domingo, 22 de mayo de 2011
Exposicion "Desiderata Exquisita" en Bellas Artes L'Aquila (Italia)
DESIDERATA EXQUISITA
Escrito por María Jesús Abad Tejerina
Domingo, 03 de Abril de 2011 07:15
Exposición Profesor+Alumno/s en la Microgaleria de la Academia de Bellas Artes de la Universidad de L’Aquila (Italia).
Unos días después del terrible terremoto, ocurrido hace ahora dos años en la ciudad italiana de L’Aquila, las profesoras Anna Maiorano y Cristina Regio visitaron el CES Felipe II de Aranjuez (UCM) para invitarnos a exponer en la Galería de la Academia.
Recuerdo su desolación cuando, en una mesa redonda, además del pesar por lo que había ocurrido se encontraron con las manos vacías, ya que, no podían cumplir con las expectativas que tan generosamente habían pensado. A veces las cosas se resuelven dándoles la vuelta y lo que hicimos fue invitar a los estudiantes de L’Aquila a exponer en la muestra de final de curso que los alumnos de Bellas Artes del CES Felipe II realizan todos los años en el C.C. Isabel de Farnesio de Aranjuez. En las obras que enviaron se sintió el peso de la terrible experiencia vivida. Una de ellas –un saco de escombros – causó impacto por la manera de comunicar sin rodeos- y todos posamos la mirada en el saco con la reverencia con la que se mira una urna de cenizas humanas.
Ese saco de escombros ha servido ahora para construir una obra simbólica en la que varios artistas “abrieron el saco” y con las piezas proyectaron “el deseo”. Un cadáver exquisito da respuesta a esa obra inicial en un acto metamórfico entendido en el más amplio sentido. Esta es una de las nueve obras, todas ellas, realizadas por un profesor en colaboración con unos o más alumnos.
“Escombros” es un conjunto de 13 foto-collages que componen un mapa conceptual de destrucción-construcción con el propósito de generar una lógica inherentemente arbitraria y esperanzadora. La reflexión post-traumática que recupera las riendas de los que antes fue a la deriva. Los autores: Paula Mancheño Martínez, Pablo Mateos Toro, Soraya Gil García, Ana Isabel Vázquez García, Eva Concepción Muñoz López, Ana Alcocer Martínez, Raquel Sánchez Galván, Marta San Gregorio de Lucas, Maria Jesús García Valera, Raquel Marcos de León y Adrián Cañizal trabajaron individualmente y en grupo hasta conseguir obras singulares y enigmáticas, que reunidas en forma de mapa son el resultado de una pensamiento colectivo cuyo sentido radica en la composición de un discurso basado en señales producidas por la interrelación entre las diferentes imágenes.
Todas las obras que componen la exposición responden a una propuesta singular:
Un profesor y un/varios alumnos trabajan en colaboración para un proyecto expositivo inspirado en la lógica y la metodología del trabajo experimental, con la intención explícita, de realizar obras artísticas colectivas con diferentes procedimientos y observar los problemas que presenta la obra artística y las variaciones producidas por los diferentes participantes en sus intervenciones. La hipótesis era poner a prueba una modalidad productiva en la que el resultado del trabajo de un grupo superase la señal atribuida a su papel, de jerarquía y de género de los autores privilegiando los enlaces entre pensamientos individuales transformando los signos a través de la intervención de diferentes "manos" y "pensamientos" de cada uno de ellos.
En los trabajos realizados por estudiantes y profesores de Aranjuez se percibe, a pesar del carácter fragmentario, el carácter unitario de las imágenes que hace imposible la atribución a un solo maestro o estudiante despuntando la intención de crear un pensamiento colectivo.
Las transformaciones expresadas con rostros humanos enmascarados conmemora las mutaciones que sufren los que en algún momento de su vida sufren un impacto emocional. Las fotografías componen un panel en el que trabajaron Tomás Zarza, Inés De Vicente De la Vega, Patricia Cazorla Encinas, Patricia Verdugo Salomón y Javier Escutia Cilleruelo.
La obra dirigida por el profesor Aris Papageorguiu enfoca el tema con una metáfora. El profesor aclara :“ Siempre se ha dicho que los humanos nos comportamos como enjambres de abejas y la idea de colmena se ha asociado a la de ciudad y sociedad organizada. Esta Idea globalizadora ha venido siempre animada por determinados poderes, fundamentalmente económicos.
Parece que la distribución del poder en distintas castas beneficia el desarrollo de un tejido mas productivo para todos y de manera especial del individuo que se encuentra en la parte alta de esa sociedad. Pero lo que no se sabe, o por lo menos no es tan conocido, es que la mayoría de las abejas son subsociales (solitarias, independientes) y no forman parte de una colmena si no que anidan principalmente en el suelo y en diversas cavidades disponibles sobre la superficie de muy diversos materiales y si hay algo que las une a todas, es el habito de visitar las flores para obtener néctar y polen, recurso del que disfrutan todas ellas por igual ¿Realmente nos parecemos tanto a las abejas?” el dilema está presentado en un grabado colectivo titulado “Colmena Global”
El la imagen vemos “Periactos” cuyo origen se remonta al teatro griego. Se usa en escenografía. Se trata de una columna prismática giratoria con un motivo decorativo distinto en cada cara se le hacia girar cuando la escena lo precisaba para cambiar la decoración. Los 10 periactos han sido dirigidos por la doctora Emma G. Castellanos.
Otras imágenes comentadas de la exposición:
Construcción discontinua, escultura, en la que los materiales se combinan delicadamente para hablarnos de la fragilidad de cómo todo lo que nos parece firme y sólido está sujeto con hilos. Nuestro “nido” es todo y nada la obra ha sido realizada por la profesora Marta Linaza y cuatro de sus estudiantes.
Un delicado dibujo en clave irónica. La austeridad de los medios empleados, la ambigüedad sentimental el simbolismo que confina el pequeño espacio aprovechado para subvertir la realidad cotidiana, son claves para descubrir el “Amor” de esta pieza.
Paisaje compartido es un “mano a mano” entre profesor y alumno Javier Mañero y Adrià Sucarrats. No resultaría exagerado argumentar que es una obra interminable pues, siguiendo su lógica interna, podría entregarse total o parcialmente a otros artistas hasta componer un mural de infinitas continuaciones, de múltiples lecturas cuyas versiones podrían llegar a integrar la propuesta primigenia.
Bajo la estela del mito de Atlas, la profesora Ana E. Balboa propuso a sus alumnos que realizaran una obra grupal en la que el método de trabajo fuera un cadáver exquisito al que aportando, cada uno algo, que cerrase el discurso de sus compañeros fuera generando significados que fuera transformándose entre todos hasta culminar en “Ajuar“. El ajuar tradicional reúne todas las pertenencias que la familia va atesorando para que en el momento de fundar una nueva familia, la novia, pueda reproducir su mundo y fundar algo nuevo bajo la misma base.
Buscando el centro -o los centros de poder- se identifica el ombligo con el epicentro del terremoto. La teoría de las matemáticas fractales explica que las partes de un todo tienden a parecerse. Yolanda G. Quílez y los estudiantes seleccionados se “vaciaron los ombligos” para configurar, con esta obra de fragmentos autobiográficos, en la que el sexo de los participantes está codificado en cuadrados (varón) y círculos (mujer) para dar un testimonio en el que el ser humano se puede leer como parte integrada en la naturaleza.
Se trata de un pensamiento que reúne a diferentes voces, cada una con diferentes matices y tonos, pero el resultado es una muestra sin precedentes resultado del trabajo colectivo basado en la percepción de una tragedia íntima vista y sentida a través de los medios de comunicación o quizá sólo imaginada. Esta es una exposición que habla de la conciencia colectiva de cambio y del deseo de futuro.
*Imagen portada realizada por Marta San Gregorio.
María Jesús Abad Tejerina
Escrito por María Jesús Abad Tejerina
Domingo, 03 de Abril de 2011 07:15
Exposición Profesor+Alumno/s en la Microgaleria de la Academia de Bellas Artes de la Universidad de L’Aquila (Italia).
Unos días después del terrible terremoto, ocurrido hace ahora dos años en la ciudad italiana de L’Aquila, las profesoras Anna Maiorano y Cristina Regio visitaron el CES Felipe II de Aranjuez (UCM) para invitarnos a exponer en la Galería de la Academia.
Recuerdo su desolación cuando, en una mesa redonda, además del pesar por lo que había ocurrido se encontraron con las manos vacías, ya que, no podían cumplir con las expectativas que tan generosamente habían pensado. A veces las cosas se resuelven dándoles la vuelta y lo que hicimos fue invitar a los estudiantes de L’Aquila a exponer en la muestra de final de curso que los alumnos de Bellas Artes del CES Felipe II realizan todos los años en el C.C. Isabel de Farnesio de Aranjuez. En las obras que enviaron se sintió el peso de la terrible experiencia vivida. Una de ellas –un saco de escombros – causó impacto por la manera de comunicar sin rodeos- y todos posamos la mirada en el saco con la reverencia con la que se mira una urna de cenizas humanas.
Ese saco de escombros ha servido ahora para construir una obra simbólica en la que varios artistas “abrieron el saco” y con las piezas proyectaron “el deseo”. Un cadáver exquisito da respuesta a esa obra inicial en un acto metamórfico entendido en el más amplio sentido. Esta es una de las nueve obras, todas ellas, realizadas por un profesor en colaboración con unos o más alumnos.
“Escombros” es un conjunto de 13 foto-collages que componen un mapa conceptual de destrucción-construcción con el propósito de generar una lógica inherentemente arbitraria y esperanzadora. La reflexión post-traumática que recupera las riendas de los que antes fue a la deriva. Los autores: Paula Mancheño Martínez, Pablo Mateos Toro, Soraya Gil García, Ana Isabel Vázquez García, Eva Concepción Muñoz López, Ana Alcocer Martínez, Raquel Sánchez Galván, Marta San Gregorio de Lucas, Maria Jesús García Valera, Raquel Marcos de León y Adrián Cañizal trabajaron individualmente y en grupo hasta conseguir obras singulares y enigmáticas, que reunidas en forma de mapa son el resultado de una pensamiento colectivo cuyo sentido radica en la composición de un discurso basado en señales producidas por la interrelación entre las diferentes imágenes.
Todas las obras que componen la exposición responden a una propuesta singular:
Un profesor y un/varios alumnos trabajan en colaboración para un proyecto expositivo inspirado en la lógica y la metodología del trabajo experimental, con la intención explícita, de realizar obras artísticas colectivas con diferentes procedimientos y observar los problemas que presenta la obra artística y las variaciones producidas por los diferentes participantes en sus intervenciones. La hipótesis era poner a prueba una modalidad productiva en la que el resultado del trabajo de un grupo superase la señal atribuida a su papel, de jerarquía y de género de los autores privilegiando los enlaces entre pensamientos individuales transformando los signos a través de la intervención de diferentes "manos" y "pensamientos" de cada uno de ellos.
En los trabajos realizados por estudiantes y profesores de Aranjuez se percibe, a pesar del carácter fragmentario, el carácter unitario de las imágenes que hace imposible la atribución a un solo maestro o estudiante despuntando la intención de crear un pensamiento colectivo.
Las transformaciones expresadas con rostros humanos enmascarados conmemora las mutaciones que sufren los que en algún momento de su vida sufren un impacto emocional. Las fotografías componen un panel en el que trabajaron Tomás Zarza, Inés De Vicente De la Vega, Patricia Cazorla Encinas, Patricia Verdugo Salomón y Javier Escutia Cilleruelo.
La obra dirigida por el profesor Aris Papageorguiu enfoca el tema con una metáfora. El profesor aclara :“ Siempre se ha dicho que los humanos nos comportamos como enjambres de abejas y la idea de colmena se ha asociado a la de ciudad y sociedad organizada. Esta Idea globalizadora ha venido siempre animada por determinados poderes, fundamentalmente económicos.
Parece que la distribución del poder en distintas castas beneficia el desarrollo de un tejido mas productivo para todos y de manera especial del individuo que se encuentra en la parte alta de esa sociedad. Pero lo que no se sabe, o por lo menos no es tan conocido, es que la mayoría de las abejas son subsociales (solitarias, independientes) y no forman parte de una colmena si no que anidan principalmente en el suelo y en diversas cavidades disponibles sobre la superficie de muy diversos materiales y si hay algo que las une a todas, es el habito de visitar las flores para obtener néctar y polen, recurso del que disfrutan todas ellas por igual ¿Realmente nos parecemos tanto a las abejas?” el dilema está presentado en un grabado colectivo titulado “Colmena Global”
El la imagen vemos “Periactos” cuyo origen se remonta al teatro griego. Se usa en escenografía. Se trata de una columna prismática giratoria con un motivo decorativo distinto en cada cara se le hacia girar cuando la escena lo precisaba para cambiar la decoración. Los 10 periactos han sido dirigidos por la doctora Emma G. Castellanos.
Otras imágenes comentadas de la exposición:
Construcción discontinua, escultura, en la que los materiales se combinan delicadamente para hablarnos de la fragilidad de cómo todo lo que nos parece firme y sólido está sujeto con hilos. Nuestro “nido” es todo y nada la obra ha sido realizada por la profesora Marta Linaza y cuatro de sus estudiantes.
Un delicado dibujo en clave irónica. La austeridad de los medios empleados, la ambigüedad sentimental el simbolismo que confina el pequeño espacio aprovechado para subvertir la realidad cotidiana, son claves para descubrir el “Amor” de esta pieza.
Paisaje compartido es un “mano a mano” entre profesor y alumno Javier Mañero y Adrià Sucarrats. No resultaría exagerado argumentar que es una obra interminable pues, siguiendo su lógica interna, podría entregarse total o parcialmente a otros artistas hasta componer un mural de infinitas continuaciones, de múltiples lecturas cuyas versiones podrían llegar a integrar la propuesta primigenia.
Bajo la estela del mito de Atlas, la profesora Ana E. Balboa propuso a sus alumnos que realizaran una obra grupal en la que el método de trabajo fuera un cadáver exquisito al que aportando, cada uno algo, que cerrase el discurso de sus compañeros fuera generando significados que fuera transformándose entre todos hasta culminar en “Ajuar“. El ajuar tradicional reúne todas las pertenencias que la familia va atesorando para que en el momento de fundar una nueva familia, la novia, pueda reproducir su mundo y fundar algo nuevo bajo la misma base.
Buscando el centro -o los centros de poder- se identifica el ombligo con el epicentro del terremoto. La teoría de las matemáticas fractales explica que las partes de un todo tienden a parecerse. Yolanda G. Quílez y los estudiantes seleccionados se “vaciaron los ombligos” para configurar, con esta obra de fragmentos autobiográficos, en la que el sexo de los participantes está codificado en cuadrados (varón) y círculos (mujer) para dar un testimonio en el que el ser humano se puede leer como parte integrada en la naturaleza.
Se trata de un pensamiento que reúne a diferentes voces, cada una con diferentes matices y tonos, pero el resultado es una muestra sin precedentes resultado del trabajo colectivo basado en la percepción de una tragedia íntima vista y sentida a través de los medios de comunicación o quizá sólo imaginada. Esta es una exposición que habla de la conciencia colectiva de cambio y del deseo de futuro.
*Imagen portada realizada por Marta San Gregorio.
María Jesús Abad Tejerina
Exposicion "Desiderata Exquisita" en Bellas Artes L'Aquila (Italia)
http://www.967arte.es/index.php?option=com_content&view=article&id=494:desiderata-exquisita&catid=51:exposiciones&Itemid=307
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